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BIENVENIDOS AL “HOTEL LICHIS”
Un año aprendiendo a tocar la batería, perfeccionando la guitarra y el piano. Un año de cambios. De imposibles giros a la izquierda, a la derecha, de caídas y de muchos “vuelta a empezar”. Doce meses duros, de travesía en el desierto que concluyen con un feliz anuncio: “Hotel Lichis. Próxima inauguración: 3 de octubre”.
Y es que este quinto disco de La Cabra Mecánica ha sido, quizá el más duro. Quizá, también, el que siempre ha estado más claro en la cabeza de su artífice. A la semana siguiente de grabar “Ni jaulas, ni peceras” ya le contaba a quién le quisiese escuchar, que el siguiente sería un disco fresco, directo, accesible, desnudo…
Para alcanzar ese sonido, Lichis ha tenido que trabajar duro: componer, arreglar, tocar… Un verdadero tour de force del que ha salido victorioso, un arduo trabajo para el que ha encontrado la mano cómplice de Dani Alcover, coproductor del disco a medias con el propio Lichis, con el que ya había trabajado en otros proyectos (El Combo Linga, Outro Jazz…). Dani se trasladó a vivir Barcelona durante un mes para trabajar en su estudio. Allí se ha grabado el disco, con la tranquilidad de no tener fechas ni prisas, con la comodidad de disponer de tiempo para hacer pruebas, para jugar, para experimentar…
Lo cierto es que, canción a canción, el resultado habla por sí solo. Volvemos a encontrarnos con otro disco de La Cabra Mecánica, coherente con la línea establecida por la discografía anterior, pero, cuando parecía que no iba a ser posible, un punto por encima. De nuevo un disco en el que se exploran estilos sin ningún complejo ni idea preconcebida, pero en el que se percibe un sonido completamente diferente. De nuevo una colección de temas que enganchan desde la primera escucha, pero con unas letras que marcarán un antes y un después en la producción de su autor. De nuevo La Cabra Mecánica en su máximo esplendor, pero en el que la libertad de movimiento se aprecia en cada matiz.
Escuchado el disco ya terminado y apunto de mandarse a fabricar… ¿Se diferencia mucho de lo que querías que fuese?
Digamos que el resultado es algo que se parece bastante a lo que en principio quería hacer. Supongo que es la experiencia y que, a medida que vas haciendo discos, vas afinando y sabes con más claridad qué es lo que quieres y cómo lo tienes que hacer. Siento que con este disco he conseguido ir por caminos, sobre todo en la parte musical, por los que me gustaría continuar en el futuro y como valoración general estoy bastante contento con como ha salido todo.
Sin embargo siempre habías defendido que este sería tu disco más arriesgado a nivel de arreglos y producción…
Si no ha sido así es, fundamentalmente, porque las canciones pedían un tratamiento como el que finalmente le hemos dado. De alguna forma hay un espacio entre lo que pretendo hacer y mi manera de componer, que me lleva a converger en lugares bastante convencionales. Pero bueno, desde el punto de vista de los arreglos creo que sí se ha llegado a prescindir de todo tipo de virtuosismo y he logrado ese punto de sencillez que buscaba. No hay notas de más, no hay apenas solos y sí contrapuntos a las melodías con otros instrumentos. También en la filosofía del sonido hemos apostado por cosas bastante sencillas. De alguna forma sí se parece a esa idea “lo-fi” que tenía. Supongo que, en el futuro, si encuentro las canciones adecuadas y si evoluciono hacia un estilo de concepción más personal, quizá sí que pueda arriesgar aún más sin que se desvirtúe el mensaje de las canciones.
Cómo ha sido la experiencia de grabar sólo y en qué medida ha beneficiado al resultado final?
Sobre todo, lo que …